ABOGADO DE DELITOS SEXUALES EN VISTA Y SAN DIEGO

¿Todos los delitos sexuales requieren inscripción en la lista de delincuentes sexuales?

Afortunadamente, no. La mayoría de los delitos sexuales contra menores y los delitos sexuales forzados requieren la inscripción en la lista de la Ley Megan. Sin embargo, algunos delitos, como la prostitución y los actos lascivos en público, no lo requieren. En algunos casos de delitos sexuales menos graves, un abogado puede lograr que los cargos se reduzcan a un delito que no requiera inscripción obligatoria.

Sí, pero no todos los delincuentes sexuales juveniles estarán obligados a registrarse. Aquellos a los que se les conceda la libertad condicional pueden evitar el registro obligatorio de delincuentes sexuales. Los que estén obligados a registrarse no aparecerán en el sitio web de la Ley de Megan hasta que cumplan 18 años. Según el nuevo registro escalonado de delincuentes sexuales en California, los menores se clasifican en uno de los dos escalones que conllevan un periodo de registro de 5 o 10 años. Por el contrario, los adultos se agrupan en uno de los tres niveles con periodos de registro de 10 años, 20 años o de por vida.

Muchos casos se reducen a la palabra de la víctima frente a la palabra del acusado, que rara vez es prueba suficiente para condenar a la parte acusada. Por esta razón, la policía a menudo intenta coaccionar a un sospechoso para que confiese un delito, por lo que nunca debe hablar con los investigadores o con la víctima sin la presencia de su abogado defensor.

El encuentro fue consentido

La defensa más común contra los cargos de violación es que la presunta víctima consintió al acto sexual. Al argumentar que la víctima consintió, usted acepta que hubo relaciones sexuales. Al aceptar este hecho, usted niega las pruebas forenses que demuestran que usted participó en un encuentro sexual con la víctima, a menos que demuestren que se utilizó la fuerza, e incluso entonces, es posible argumentar que usted participó en sexo violento consentido. El consentimiento no es una defensa contra crímenes sexuales donde la víctima no es legalmente capaz de consentir, como cuando la víctima es menor de 18 años, demasiado borracha para consentir, inconsciente, o mentalmente incompetente. Siempre hable con su defensor criminal de San Diego antes de hablar con cualquier agente de la ley para que no diga algo que perjudique su defensa criminal.

Si una víctima afirma que fue violada, pero que usted no mantuvo relaciones sexuales con ella, debe ser claro al respecto. Esta defensa puede tener éxito sobre todo si la víctima fue violada mientras estaba inconsciente: que recuerde haber estado con usted antes de desmayarse o que alguien lo viera con la víctima no significa que usted tuvo relaciones sexuales con ella. De nuevo, esta no es una defensa en todos los casos, ya que algunos delitos sexuales, como el abuso sexual de menores, siguen siendo ilegales aunque no haya habido sexo. Además, la copulación oral, la penetración anal e incluso la penetración con un objeto extrangero siguen siendo formas de agresión sexual cuando se realizan sin consentimiento. Por lo tanto, hay que tener cuidado con esta defensa.

Junto con la idea de que no hubo sexo está el concepto de confusión de identidades. Que alguien afirme que fue usted quien la violó o que lo vio violar a otra persona no significa que necesariamente este involucrado en el incidente. El testimonio de los testigos oculares es poco fiable y la gente suele tener problemas de confusión de identidad.

Si usted afirma que no hubo relaciones sexuales o que fueron consentidas, pero la víctima alega que usted la violó, su abogado podría recomendarle que cuestione la motivación de la supuesta víctima al hacer la acusación. ¿Podría la supuesta víctima beneficiarse económicamente de las acusaciones? ¿Estaba usted en una ruptura emocional con la supuesta víctima? ¿Es posible que la supuesta víctima esté intentando proteger su reputación alegando violación en lugar de admitir haber mantenido relaciones sexuales consentidas? 

Cualquiera de estos motivos podría poner en duda el testimonio del acusador. Nunca intente esta defensa sin hablar primero con su abogado de delitos sexuales de San Diego, ya que acusar a alguien de tener motivos ocultos puede ser contraproducente en algunos casos, haciéndolo parecer más culpable aún.

Este concepto se aplica principalmente a los casos de violación y abuso sexual de menores. Esencialmente, la contaminación se produce cuando un niño es sometido a entrevistas capciosas y sugestivas por parte de sus padres, profesores, policías o terapeutas. Los niños suelen querer complacer a los adultos y responder afirmativamente a las preguntas incluso cuando la respuesta es «no.» Además, aunque es posible implantar recuerdos falsos en la mente de cualquier persona, los niños son muy susceptibles al poder de la sugestión. 

Entre su deseo de agradar y su subjetividad a la implantación de falsos recuerdos, es fácil que una pregunta como «¿Te ha tocado ahí tu profesor?» no sólo dé como resultado un «sí» cuando lo cierto es lo contrario, sino que, de hecho, cree en la mente del niño un recuerdo que no es real. 

Por desgracia, muchas personas que le hacen estas preguntas a los niños no son conscientes de este problema, por lo que pueden sembrar en la mente del niño recuerdos profundos y oscuros que de otro modo no estarían ahí, dejando posiblemente a personas inocentes entre rejas.

Las pruebas recogidas de la víctima de abuso sexual de una violación y en la escena del crimen deben ser tomadas de una manera muy precisa y trasladadas de un lugar a otro utilizando una estricta cadena de mando. Si las pruebas se recogen de forma incorrecta o se pierden en cualquier punto, se contaminan y son inadmisibles ante un tribunal. Aunque las pruebas contaminadas demuestren que usted mantuvo relaciones sexuales con la víctima, no podrán utilizarse en su contra.

En muchos casos, su abogado puede postular que usted cometió un delito menos grave del que se le acusa para evitar penas más severas. Esta táctica se utiliza comúnmente en la negociación de acuerdos de culpabilidad.